Estos datos conectan con la Guía del Mercado Laboral 2025 de Hays, líder global en selección y soluciones de recursos humanos, que confirma que el 52% de los profesionales ya utiliza IA generativa en su trabajo (frente al 34% en 2024) y que el 51% de las empresas fomenta su uso. Las principales ventajas percibidas son el aumento de productividad (65%), la capacidad de análisis de datos (50%) y la generación de ideas (48%), mientras que solo un 24% percibe una mejora en la calidad del trabajo, reflejando la importancia de formación y criterio en su aplicación.
“Ya no hablamos de una tecnología incipiente, sino de una competencia que refleja adaptabilidad y visión de futuro entre los candidatos”, explica Alba Solís, Senior Manager de Perm Recruitment Services en Hays España. “Las empresas han comprobado que impacta directamente en la productividad y ahora la incorporan como un requisito clave”.
En educación, la IA se utiliza para crear contenidos, corregir ejercicios y preparar materiales, liberando tiempo para la enseñanza directa. En RRHH, ayuda a redactar descripciones más atractivas, filtrar currículums y diseñar entrevistas más ajustadas a cada perfil.
¿Qué dirección seguirá esta tendencia?
Según Hays, el 37% de los profesionales cree que la IA generará más oportunidades de empleo de las que eliminará, y 2 de cada 10 se plantean cambiar de profesión para adaptarse a este nuevo escenario.
Las empresas han duplicado su inversión en formación en IA respecto a 2024, conscientes de que la brecha no está en el acceso a la tecnología, sino en el talento capaz de usarla con criterio. En esta línea, cada vez más compañías incorporan pruebas técnicas específicas en sus procesos de selección para evaluar el nivel de experiencia de los candidatos con herramientas de IA generativa. “Dentro de los equipos de Digital y de IT, ya vemos esta práctica en un alto porcentaje de procesos”, comenta Solís, lo que confirma que el dominio de estas herramientas ha pasado de ser un valor añadido a convertirse en un criterio clave de evaluación profesional.
“Estamos entrando en una fase de madurez acelerada”, añade la experta. “La IA generativa dejará de ser un valor añadido para convertirse en una competencia base, al mismo nivel que manejar un CRM o elaborar un informe en Excel. El diferencial no estará solo en saber usarla, sino en integrarla de forma estratégica y ética en cada rol”.
Este cambio anticipa la aparición de nuevos roles híbridos, como Prompt Engineer en marketing o especialista en experiencia del empleado con IA, y refuerza la demanda de perfiles con visión crítica y habilidades interpersonales capaces de interpretar información, tomar decisiones con impacto y combinar el input de la IA con su propio criterio.
Antes de 2024, las competencias en IA generativa apenas aparecían en las ofertas, pero hoy, están en plena expansión. “Las empresas no solo buscan talento que domine estas herramientas, sino que esté preparado para adaptarse a un entorno en el que la IA será parte del día a día y tendrá un uso tan común como el correo electrónico”, concluye Solís.