Pese a la progresiva desaceleración de la economía, el crecimiento interanual del número de afiliados mantiene su ritmo con variaciones mínimas desde hace siete meses; en diciembre un +2,7% interanual y +0,1% mensual.
Ahora hay 20.836.010 personas afiliadas, el mayor número para un mes de diciembre de la serie histórica, con 539.700 nuevos empleos en los últimos 12 meses.
Los Servicios encabezaron el aumento del empleo (+3,2%), aventajando a la Construcción (+2,8%). En cambio, el sector agropecuario perdió empleo por 29º mes consecutivo.
El desempleo ha bajado hasta las 2.707.456 personas, lo que supone una caída interanual del 4,6%, la más moderada desde mayo de 202, y encadena 32 meses seguidos bajando. Ahora hay 2,71 millones de parados registrados, a los que pueden sumarse 508.500 con “disponibilidad limitada” y otras situaciones (+5,2% interanual). Si también se suman las personas en ERTE (10.900 personas) y los fijos discontinuos que no trabajan, la definición más amplia de paro llegaría a unos 3,7 millones de personas (+0,5%).
En cuanto a las previsiones, en enero la afiliación tiende a caer y el paro registrado a subir. El empleo alcanzaría a 20,59 millones de ocupados (+2,5% interanual) y el paro registrado alcanzaría a 2,78 millones de personas (-4,6% interanual).
Un cierre de 2023 en el que la previsión es que se alcance un incremento del PIB del 2,4%, una buena cifra si comparamos con la economía mundial que va a crecer un 2,9% y que la de la Unión Europea va a crecer solo un 0,6%.
En este entorno de desaceleración económica que coincide además con tipos de interés que seguirán tensionados, la situación de la guerra de Ucrania y de Oriente Próximo, efectos de la espiral inflacionista, y en un entorno donde Alemania sigue castigada y parece que China ralentiza su economía hay tres motivos para la desaceleración económica: los tipos de interés, las restricciones a la política presupuestaria tras las nuevas normas fiscales de la UE, y los riesgos derivados del cambio climático.