No obstante, las fuentes sindicales consultadas por Europa Press aseguran que en esta primera conversación entre la compañía y los representantes laborales no se espera que se ponga sobre la mesa el plan de bajas en el que trabaja la empresa y que se prevé que afectará a unos 5.000 empleados.
En ese sentido, los sindicatos mayoritarios en Telefónica, es decir, CCOO, UGT y Sumados-Fetico, han señalado en reiteradas ocasiones que ese plan de bajas incentivadas --al que se espera que se adhieran entre 2.500 y 3.000 trabajadores-- debe estar vinculado al nuevo convenio que se firme.
De hecho, el propio consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, confirmó el pasado 8 de noviembre, en el marco del 'Día del Inversor' de la compañía, que la empresa estaba trabajado en una reestructuración de la plantilla para reducir costes.
En este contexto, UGT y CCOO lanzaron en la mañana de este pasado martes un comunicado en el que urgían a la empresa a comenzar la negociaciones, a lo que Telefónica contestó por la tarde con la convocatoria para este mismo jueves.
"Nuestra prioridad es conseguir un convenio fuerte para los movimientos que va a haber en el sector de las telecos, la posible desregulación... todo lo que se nos puede venir", señalaron fuentes de Sumados-Fetico a Europa Press.
De hecho, el convenio colectivo actual en Telefónica es una prórroga del anterior y su vigencia termina el próximo 31 de diciembre.
Acerca de los plazos para empezar a abordar el plan de salidas, desde los sindicatos apuntan que todavía no hay nada estipulado, si bien han indicado que en otras ocasiones el comportamiento habitual de la compañía pasa por comenzar negociando el convenio para, una vez que esté avanzado, plantear la reducción de plantilla.
De hecho, algunas de las negociaciones entre los sindicatos y la compañía que están encima de la mesa en estos momentos tienen que ver con el cierre de 108 centros de "baja ocupación" repartidos por "toda España" en el marco de su plan de racionalización de edificios que significaría la reubicación de 266 empleados.
El cierre de estos centros de "baja ocupación" están ligados a un escenario marcado por transformaciones como el apagado de la red de cobre por parte de la compañía previsto para 2024, la robotización y la automatización.
Otro asunto que está en negociaciones es la reorganización del servicio de atención al cliente de Telefónica, cuya pieza central es el teléfono 1004.
Sobre este asunto, se ha planteado que los casi 300 empleados ligados a este departamento, encuadrado en el área de B2C (relación con clientes), pasarán al de B2B, encargado de atender las solicitudes de pymes.
PLAN DE AJUSTE DEL ÁREA CORPORATIVA
Las fuentes del mercado consultadas por Europa Press apuntan que la operadora provisionará más de 1.000 millones de euros para encajar el mencionado plan de salidas, una cifra a la que se sumarían en torno a 200 millones de euros vinculados a un plan de bajas voluntarias para el área de corporativo, es decir, empleados del entorno del equipo del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y también de directivos de filiales, entre otros.
El plan de ajuste del área corporativa, que incluiría a directivos, gerentes y gestores, tiene carácter discrecional y podría afectar a un mínimo de unas 300 personas, según las mismas fuentes, y busca adelgazar un sobredimensionado equipo directivo.