Según los términos pactados, los accionistas de Darktrace recibirán 7,75 dólares en efectivo por cada título, o 620 peniques por acción, una valoración un 20% por encima de la marcada al cierre de ayer por las acciones de la británica, que se revalorizaban este viernes más de un 17%.
La junta directiva de Darktrace considera que los términos de la adquisición "son justos y razonables" y tienen la intención de recomendar por unanimidad que los accionistas voten a favor de aceptar la oferta.
De su lado, Andrew Almeida, socio de Thoma Bravo, ha destacado que Darktrace "está a la vanguardia" de la tecnología de ciberseguridad, un sector en el que el ritmo de innovación se está acelerando en respuesta a las ciberamenazas que son simultáneamente complejas, globales y sofisticadas.
"Thoma Bravo ha estado invirtiendo exclusivamente en software durante más de veinte años y utilizaremos toda la gama de nuestra plataforma, experiencia operativa y profunda experiencia en ciberseguridad para respaldar el crecimiento de Darktrace", ha apostillado.