La cotización de Siemens Energy ha despedido el año -ya que la Bolsa de Fráncfort no abrirá sus puertas el martes- con una subida del 0,60% este lunes, hasta los 50,38 euros por acción, no muy lejos del precio intradía más alto alcanzado por la compañía en 53,30 euros durante la sesión del pasado 5 de diciembre.
La compañía germana ha logrado resarcirse así más que de sobra de las pérdidas de casi el 32% acumuladas en su cotización durante el ejercicio 2023, cuando concluyó el año con un precio de 12 euros por título, después de las dificultades en su filial eólica, Siemens Gamesa.
De hecho, el 26 de octubre de 2023 las acciones de Siemens Energy registraron una caída del 35,49%, su mayor desplome en una sola sesión de su todavía breve trayectoria como empresa cotizada, que dio comienzo en septiembre de 2020, después de trascender entonces que buscaba el apoyo del Gobierno alemán.
Desde entonces, la multinacional ha reconducido su situación y el pasado mes de noviembre anunciaba que había registrado unos beneficios netos atribuidos de 1.184 millones de euros en el ejercicio fiscal 2024 frente a las pérdidas de 4.532 millones de euros a las que se vio abocada el año pasado debido al agujero ocasionado por los problemas de varias plataformas de Siemens Gamesa.
Asimismo, la compañía anticipó unas pérdidas de unos 1.300 millones de euros para su filial eólica en el próximo ejercicio fiscal 2025, un 27% menos que en el último ejercicio, aunque mantiene el compromiso de alcanzar el punto de equilibrio ('break-even') en el ejercicio 2026.
Por otra parte, Siemens Energy, que no repartirá dividendo para el año fiscal 2024 debido a las limitaciones a su política de pago como resultado de las garantías que recibió el pasado año respaldadas por el Gobierno alemán, indicó que espera poder dejar atrás estos apoyos "no a más tardar de 2026".
Al margen de Siemens Energy, las otras grandes triunfadoras del año entre los componentes del Stoxx Europe 600 son la tecnológica noruega Kongsberg Gruppen, con una revalorización en 2024 del 175%, por delante de la biofarmacéutica belga UCB, con una subida del 138%.
En el extremo opuesto, la francesa Vivendi acumula en el ejercicio una caída de su cotización de casi el 74%, mientras que la empresa finlandesa de servicios petroleros Neste se deja más de un 62% y la británica Ocado más de un 61%.