Ses Illetes: La Reina del Mediterráneo
El arenal que pone a Formentera en el mapa. No es casualidad que Ses Illetes aparezca una y otra vez en las listas de mejores playas del mundo. Cinco islotes de arena blanca —Tramuntana, des Forns, Escull des Pou...— se alinean como perlas en un collar, creando aguas tan poco profundas que parece caminar sobre cristal. Ideal para flotar sin prisa en sus calmadas aguas, o caminar hasta Es Trucadors, donde casi puedes tocar la vecina isla de s’Espalmador (¡lleva snorkel!).
Llevant: La Hermana Salvaje
Arena fina y cero masificaciones. Justo al este de Ses Illetes, esta playa de 1.450 metros ofrece la misma belleza —dunas protegidas, aguas transparentes— pero con más intimidad. Es perfecta para paseos al atardecer con vistas a la costa de Tramuntana. No dudes en combinarla con Ses Illetes, ya que están separadas por solo 50 metros.
Cavall d’en Borràs: El Secreto entre Sabinas
La playa familiar que pocos descubren. Resguardada por un bosque de sabinas centenarias, esta cala de aguas someras es el refugio ideal para familias. Además, está a solo 2 km del puerto de La Savina (se puede ir caminando). Su vecina, sa Sequi, es un canal pintoresco donde el mar se funde con Estany Pudent.
Es Pujols & Sa Roqueta: Urbana vs. Virgen
Dos experiencias en una. Es Pujols es la única playa urbana de la isla —perfecta si buscas comodidad y ambiente—, con chiringuitos y acceso adaptado. A 10 minutos a pie, Sa Roqueta ofrece un contraste de paz absoluta, rodeada de dunas y el aroma salino del Estany Pudent.
Ses Platjetes: Las Tres Perlas de Tramuntana
Aquí disfrutarás del snorkel y acantilados dramáticos. Tres "conchas" de arena en semicírculo —Platgeta de prop, d’Enmig y de més enllà— preceden a los acantilados de La Mola. Imperdible para bucear entre rocas llenas de vida marina, o sentirte en una playa privada (nunca están masificadas).
Cala Saona: La Piscina Natural
Perfecta para atardeceres de película. Enclavada entre acantilados rojizos, esta cala de aguas tranquilas parece una piscina tallada en la roca. Aquí el plan es claro: Paddle surf o kayak hacia las cuevas de Punta Rasa y quedarse hasta que el sol se sumerja en el horizonte (¡los mejores atardeceres de la isla!).
Migjorn: El Infinito Arenal
5 km para perderse (literalmente). La playa más larga de Formentera es un mosaico de calas con nombres poéticos: Mal Pas, es Codol Foradat, es Arenals.... Ideal para días de playa interminables (siempre encuentras un rincón vacío), y para comer en restaurantes con pies en la arena (prueba el peix sec o la sofrit pagès).
El Detalle que lo Cambia Todo
Formentera no es solo playas: es la esencia de un Mediterráneo que ya no existe en otros lugares. Donde el tiempo se mide en mareas, no en horas. Donde aún puedes caminar descalzo de un chiringuito a tu hamaca sin cruzar una carretera. Donde las puestas de sol en Cala Saona te hacen creer (aunque sea por un instante) que el paraíso está más cerca de lo que pensabas.
¿Listo para sucumbir a la tentación? Solo recuerda: una vez que pruebas el silencio de sus aguas, el resto del Mediterráneo sabrá a poco.