El desperdicio del huevo, en cifras
Con ese dato como referencia, Too Good To Go ha ahondado en las cifras de desperdicio del huevo. Tomando como referencia los datos del Ministerio, que señalan que entre mayo de 2022 y abril de 2023 se consumieron 385 millones de kilos, se estarían desperdiciando alrededor del 2,2% anual de los huevos que se comercializan en el país. Puede parecer una cifra baja, pero equivale a tirar a la basura 143.950.000 huevos medianos (60g) al año. Es decir, según los cálculos de Too Good To Go, sería como desperdiciar más de 23.991.500 tortillas de patatas de 6 huevos.
Con estas cifras sobre la mesa, la compañía indica que cada segundo en España se estarían tirando unos 4,6 huevos. Esto no solo conlleva la pérdida del producto, sino que además tiene un coste para las familias, pues si tenemos en cuenta que el precio medio de un huevo es de 0,12€*, tanto desperdicio estaría costando al conjunto de hogares españoles unos 17,2 millones de euros.
“Lamentablemente, los ciudadanos nos hemos malacostumbrado a tirar a la basura alimentos básicos, como los huevos, y sí está en nuestras manos reducir el desperdicio de comida en casa”, afirma Marie Lindström, directora de Too Good To Go en España. “No hay una única clave para dar solución a este enorme problema, pero la organización a la hora de preparar nuestras comidas diarias y la buena gestión de la lista de la compra, adquiriendo solo los alimentos que sí vamos a consumir, son dos elementos necesarios en cada hogar”, añade.
¿Por qué desperdiciamos tantos huevos?
Según información obtenida por Too Good To Go, uno de los principales motivos del desperdicio de alimentos en general y de los huevos en particular está relacionada con la fecha de consumo preferente: la mayoría de los españoles tiran alimentos sin usar porque han pasado de esa fecha, sin entender el verdadero significado de la misma. Marie Lindström destaca la importancia de recordar que “la fecha de consumo preferente indica que el producto puede haber perdido algunas de sus propiedades una vez pasada esa fecha, pero si se han seguido las recomendaciones de conservación y además pasa la prueba de los sentidos, es decir, tiene buen aspecto, olor y sabor, el alimento podría seguir siendo apto para el consumo”.
5 TIPS PARA EVITAR EL DESPERDICIO DE HUEVOS EN CASA
Para reducir estas alarmantes cifras de desperdicio, los expertos de Too Good To Go ofrecen una serie de consejos prácticos y efectivos para aprovechar al máximo los huevos en casa.
Haz la prueba del agua
Para verificar que un huevo es fresco, podemos realizar la prueba del agua. Si el huevo es fresco, se hundirá al colocarlo en un vaso de agua. Si es necesario consumirlo de inmediato, permanecerá en el fondo del vaso, pero de pie. Por el contrario, si flota en la superficie, significa que el huevo no es apto para su consumo.
Este simple gesto no solo ayuda a evitar el desperdicio de comida y a ahorrar dinero, sino que también contribuye a cuidar del planeta. Y es que el desperdicio de alimentos es una de las principales fuentes de emisión de CO2, representando hasta un 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático y el calentamiento global.
Refrigera los huevos correctamente
Almacenar los huevos en la nevera es lo ideal, especialmente durante el verano cuando resulta más difícil mantenerlos frescos. Pero hay que evitar colocarlos en la puerta, ya que están expuestos a fluctuaciones de temperatura. Es mejor guardarlos en las baldas interiores.
Lava los huevos justo antes de consumirlos
Evita lavar los huevos antes de refrigerarlos, ya que esto podría eliminar la capa protectora natural que los recubre y aumentar el riesgo de contaminación. Es mejor lavarlos justo antes de consumirlos.
Usa siempre los huevos más antiguos primero
Para mantener un orden en tu cocina y evitar que los huevos se echen a perder, utiliza primero aquellos que llevan más tiempo almacenados.
Guarda los huevos en su envase original
Es mejor guardar los huevos en su envase original porque este los protege de daños y de absorber olores externos, así como de la humedad de otros alimentos. Esto ayuda a preservar su frescura y calidad por más tiempo. Además, facilita la identificación de la fecha de caducidad y el control del tiempo de almacenamiento.