Así lo ha desvelado tras la publicación de un nuevo barómetro de la consultora, en el que Butragueño cree "personalmente" que las agencias siguen teniendo su valor diferencial, siempre que "evolucionen, presten a sus clientes una experiencia única y diferencial, a través de diferentes canales, ofreciendo alternativas personalizadas para cada cliente".
El estudio de Braintrust señala que el canal directo supera el 44% de cuota frente al 36% del canal mediado, dejando un 11% al concepto de otros (las plataformas especializadas) y un 9% a los viajeros que no se pronuncian. Comparando los datos de 2019, el canal directo rozaba el 40%, mientras el mediado suponía un 41%.
Al respecto, el director de turismo de Braintrust ha destacado que la intermediación sigue resistiendo ante el empuje de la venta directa, donde "todos los proveedores están creando estrategias de desintermediación de cara a dominar la relación con los clientes y a mejorar sus cuentas de resultados".
EL VIAJERO SÉNIOR SE APUNTA AL CANAL DIRECTO
El viajero sénior, cliente tradicional de las agencias de viajes presenciales, también se está apuntando al carro de las reservas directas, fruto del avance tecnológico que los consumidores han experimentado durante la pandemia del Covid-19, según Braintrust.
Los datos actuales muestran que esta generación por encima de los 55 años ya es también partidaria de reservar directamente, llegando hasta un 39,5% en su total de gasto en viajes, frente a un 41,8% a través del canal mediado.
Por otro lado, el barómetro demuestra que la venta de paquetes turísticos sigue siendo mayoritariamente en las agencias de viajes tradicionales y que sigue siendo la distribución predominante para los touroperadores, con un 97% de los paquetes vendidos en agencias, mientras un 31% lo hace digitalmente.
Además, otros ámbitos como la hotelería o el transporte son territorio de la venta directa, ya que, por ejemplo, en la hotelería las reservas directas se llevan ya un 56% de la tarta, mientras la intermediación se hace con un 44% del total del gasto hotelero de los viajeros españoles.
Por su parte, en el transporte los proveedores se hacen con la mayor parte del pastel, al dominar este campo, logrando que el viajero español reserve directamente en un 74% del gasto total.