Uno de los patrones más destacados en la distribución de la población española en comparación con otros países europeos es la gran cantidad de superficie deshabitada. Alarmantemente, solo el 13% de las áreas de 1 km2 en el territorio español tienen población, una cifra significativamente inferior a la de países vecinos como Francia, Italia, Alemania o Portugal, donde el 68%, el 57%, el 60% y el 47% de estas áreas albergan habitantes, respectivamente.
Este fenómeno se refleja con mayor intensidad en regiones como Soria, Guadalajara, Burgos y Salamanca, que están experimentando una disminución de su población. Se ha llegado a describir este declive como un "suicidio demográfico" y ha llevado a un país que una vez estuvo densamente poblado a convertirse en un vasto territorio mayormente deshabitado.
Según los datos disponibles, de los 8.124 municipios en España, 4.979 tienen menos de mil habitantes, y de estos, 3.972 subsisten con menos de 500 residentes. La geografía humana parece estar muriendo en gran parte del territorio, y esto debería ser considerado un asunto de estado de alta prioridad. Nos encontramos en un camino que nos lleva hacia un país semideshabitado, y las consecuencias sociales y económicas que esto conlleva son difíciles de imaginar en su totalidad.
Este cambio en la concentración de la población no solo tiene implicaciones para la vida cotidiana de los españoles sino también para el mundo del retail, como señala el análisis de Laureano Turienzo. Contrario a la creencia popular, la relación entre la población y el comercio es crucial. En las áreas de crecimiento poblacional, se abren tiendas físicas y se experimenta un aumento en la venta de comercio electrónico, ya que la demanda de servicios minoristas se incrementa con la población. En contraste, en áreas que pierden población, se cierran tiendas físicas, y la venta en línea disminuye.
Es esencial reconocer que la mayoría de los consumidores son híbridos, utilizando tanto tiendas físicas como comercio electrónico. La confrontación entre estos dos canales es un error, ya que su relación es más compleja de lo que parece. En los núcleos urbanos en crecimiento poblacional, se observa un aumento en la apertura de tiendas y un crecimiento en las ventas en línea. Por otro lado, en áreas en declive demográfico, se cierran tiendas físicas, y las ventas en línea caen en picada.
En conclusión, España enfrenta un desafío demográfico que no solo transforma su geografía humana sino que también tiene profundas implicaciones en el mundo del retail. La geografía humana y su relación con el comercio son aspectos fundamentales que deben ser considerados en la planificación y estrategias comerciales. Ignorar esta realidad puede llevar a decisiones estratégicas equivocadas que afectarán tanto a las empresas como a la economía en general. La crisis demográfica de España es una llamada de atención que requiere una acción inmediata y una comprensión más profunda de sus consecuencias a largo plazo, como destaca el análisis de Laureano Turienzo, un experto con una visión aguda del panorama retail en España.