A veces no se es consciente de lo fácil que es descubrir auténticos tesoros. Unas gafas de buceo y unas aletas, ya está, así de sencillo. Es todo lo que se necesita para encontrar especias marinas y plantas acuáticas que conforman ecosistemas tanto o más bonitos que cualquier paisaje que podamos otear en la superficie. En la Ría de Muros Noia, Ría da Estrela, exista la posibilidad de conocer, sin necesidad de equipo profesional de buceo, una nueva gama de colores, de sensaciones y de emociones, observando y casi tocando con las propias manos pequeños nudibranquios (babosas de mar), pulpos, rayas, tiburones y hasta los siempre deseados caballitos de mar.
Es un hecho probado por todos los visitantes de la ría que la cantidad de paisajes, rincones y de postales que atesorar resulta, por momentos hasta mareante, en el mejor de los sentidos. Hay, no obstante, una serie de tesoros ‘ocultos’ bajo sus aguas que permanecen casi ignotos por pura pereza o creencia de que es necesario lecciones de submarinismo o alquiler de caros equipos de inmersión. Nada más lejos de la realidad. Hay un paisaje submarino al alcance de cualquiera dispuesto a calzarse unas aletas y unas gafas de buceo.
La ría es el hogar de cientos de especies submarinas. Desde los más pequeños nudibranquios, o babosas de mar, para aquellos que no sean muy duchos en la materia, pasando por nécoras, pulpos o hasta rayas y tiburones. Dichas especies conviven con plantas acuáticas como la zostera, que conforma verdaderas praderas acuáticas por donde estos animales campan a sus anchas. Uno de ellos es, icónico y deseado, el caballito de mar. Estos simpáticos seres han sido vistos en alguna ocasión en las inmediaciones de la costa de Louro, al ser esta una ensenada tranquila, es ideal para que especies como esta vivan tranquilas.
Si la zostera no destaca precisamente por su colorido, no ocurre lo mismo con las gorgonias. Presentes en zonas rocosas de una cierta profundidad, aportan una escala de colores que comprenden tonos morados, rosas, blancos, etc. Ayudan a componer un espacio pictórico verdaderamente vibrante, llegando a recordar, salvando las distancias, a los arrecifes de coral.
Uno de los grandes atractivos que hacen que Ría da Estrela sea un auténtico cofre de tesoros subacuáticos es su diversidad de ecosistemas que coexisten de forma orgánica y armoniosa. En unos metros se puede pasar de la arena a la arcilla, de la piedra limpia a las rocas cubiertas de algas calcáreas de color púrpura.
Si sobre la superficie los paisajes de la ría son puro espectáculo… ¡Ponte el traje de baño, las aletas y las gafas y sumérgete para conocer el corazón de una tierra con mucho que explorar!