Coincidiendo con la celebración esta semana del Día Mundial de las Contraseñas, los especialistas en ciberseguridad de fibratel recuerdan que es crítico proteger sus cuentas corporativas y los activos digitales con credenciales seguras, y ofrecen nueve consejos para implementar una política robusta en este ámbito:
Asegurar una mínima longitud y complejidad
Para que las contraseñas sean seguras, es necesario combinar mayúsculas, minúsculas, número, signos de puntuación, y que sean lo más largas posibles. Ahora son comunes las de 8 caracteres, pero, en realidad, no son seguras porque un descifrador de claves puede probar hasta cien millones de contraseñas por segundo. Se aconseja el uso de entre 12 y 14 caracteres.
Cambiar las credenciales periódicamente
Para evitar vulnerabilidades y que los ciberdelincuentes utilicen cuentas que han sido comprometidas, conviene actualizar las contraseñas de forma recurrente. Por tanto, para favorecer el cambio, es importante establecer una caducidad de las mismas. Según fibratel, es aconsejable renovarlas cada tres meses. El empleado recibirá una notificación del cambio de credenciales y tendrá que generar una nueva, siempre siguiendo el criterio marcado por la empresa.
Tener un histórico de contraseñas
Las medidas anteriores no surtirán el efecto deseado si se vuelven a utilizar contraseñas que ya han sido empleadas en ocasiones anteriores. Por eso, debe crearse un histórico de claves generadas por cada trabajador para impedir que se reutilicen.
Crear contraseñas únicas
Otra recomendación es utilizar contraseñas diferentes para cada sitio o servicio, para evitar que una misma clave se emplee en diferentes plataformas y aplicaciones. De esta forma, se limitan los daños en caso de que una credencial se vea comprometida.
Utilizar un buen gestor
Otro paso fundamental será utilizar un gestor de contraseñas para facilitar todo este proceso, ya que al aumentar su complejidad, incorporar una política de cambios periódicos y utilizar una variedad de claves puede resultar difícil para los empleados. El gestor las genera aleatoriamente, las almacena y posibilita que estén disponibles para los usuarios de forma sencilla.
Cifrado de credenciales
La encriptación impide que cualquier usuario y también los administradores del sistema accedan a contraseñas claras. De esta forma, se evitan accesos no autorizados a las claves de los usuarios. Esta funcionalidad la puede tener el gestor de contraseñas.
Doble autenticación o multifactor
Otra medida muy efectiva para evitar el robo de contraseñas es activar la autenticación de doble autenticación o la multifactor. Así, se valida la identidad antes de conceder un acceso y las cuentas estarán más protegidas.
Emplear soluciones de acceso privilegiado
Aquellos usuarios cuyas funciones son críticas en la compañía deben contar con acceso privilegiado para estar protegidos de forma proactiva. No obstante, para que esta medida sea efectiva, se precisan soluciones de gestión de accesos privilegiados (PAM, en sus siglas inglesas), para poder no solo administrar, sino examinar, supervisar y analizar, de manera que los activos estén protegidos frente a las amenazas y el abuso de credenciales.
Formar a los empleados
Educar a los empleados sobre la importancia de adquirir buenas prácticas a la hora de gestionar las contraseñas y evitar ciberataques, será una de las claves para reducir errores humanos que pueden poner en riesgo la seguridad de la empresa. Además, contribuirá a incorporar la ciberseguridad en la cultura organizativa.
A modo de resumen, Juan Francisco Moreda concluye que “a día de hoy, muchas empresas no han puesto en marcha una política de contraseñas adecuada, y es algo urgente, puesto que una sola cuenta comprometida en una organización puede permitir a un ciberdelincuente moverse por todos los sistemas y redes. No obstante, la tecnología para mejorar en este ámbito está disponible y, junto con la instauración de buenas prácticas, puede ser una primera línea de defensa ante posibles ciberincidentes”.