En concreto, se ha permitido la automatización de tareas como la planificación de rutas, la asignación de cargas o la gestión de incidencias en tiempo real, permitiendo a los agentes de carga tomar decisiones más rápidas y precisas en cada etapa del proceso. Esta serie de mejoras se traducen en una reducción de los tiempos de entrega, un uso eficiente de los recursos disponibles y una mayor capacidad para anticiparse a posibles desafíos en la cadena de suministro.
Sin embargo, el grado de digitalización del sector sigue siendo desigual. Mientras que muchas compañías han implementado ya soluciones de IA, la mayoría de empresas de nuestro país continúan operando con herramientas aisladas, procesos manuales y una fuerte dependencia de la intervención humana en tareas repetitivas. Esta fragmentación no solo genera ineficiencias, sino que limita la capacidad de adaptación ante entornos cambiantes.
“La logística actual no puede depender de hojas de cálculo ni de llamadas telefónicas para coordinar operaciones complejas. La IA aporta una capa de análisis y automatización que ya no es opcional, sino necesaria. Incluso las pequeñas y medianas empresas pueden acceder hoy a herramientas avanzadas que antes estaban reservadas a grandes operadores. Nuestra misión es acompañarlas en ese salto hacia una operativa más inteligente, ágil y sostenible, con mejoras rápidas, medibles y sin necesidad de grandes infraestructuras”, explica Fernando Correa, CEO y cofundador de Planimatik.
La incorporación de tecnologías predictivas también ha mostrado efectos positivos en la experiencia del cliente final. La trazabilidad de los envíos, la precisión en los plazos y la flexibilidad operativa mejoran considerablemente cuando los procesos están respaldados por algoritmos que analizan datos en tiempo real e identifican posibles limitaciones futuras. Esta evolución hacia una logística más ágil no está reservada únicamente a grandes operadores: plataformas como Planimatik apuestan por un modelo escalable que permita ser adoptado por pequeñas y medianas empresas del sector.
Además del impacto en eficiencia, el uso de IA contribuye a reducir el impacto medioambiental de las operaciones logísticas “Estamos ante un punto de inflexión: la inteligencia artificial ya no es el futuro de la logística, es el presente. Nuestra misión es ayudar a las empresas a dar el salto hacia una operativa más inteligente, ágil y sostenible” concluye Correa.
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