Estos datos se enmarcan en un contexto protagonizado, por un lado, por la dificultad que encuentran las empresas para mantener el talento, y por el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI). Hace un año se producía un incremento del mismo hasta los 1.080 euros al mes, repartidos en catorce pagas. Para este 2024, la falta de consenso en los recientes encuentros entre el Ministerio de Trabajo y los representantes de empleadores y trabajadores ha dejado la iniciativa de subir en torno al 4% el SMI en un hiato, hasta que se pueda consensuar una cifra que sea apta tanto para las asociaciones empresariales como para los sindicatos, previsiblemente a finales de esta misma semana.
Si se echa la vista atrás, en 2022 un 21% de los encuestados aseguraba que su empresa les incrementaría el sueldo sin necesidad de pedirlo (porcentaje que ha aumentado este año en 5 puntos porcentuales), y un 15% confirmaba que ya lo había recibido recientemente (3 puntos porcentuales menos que en 2023).
Paralelamente, solo el 16% de los trabajadores españoles tiene previsto solicitarlo, lo que supone un punto porcentual más que en 2022 (15%). No obstante, sí que se observa un descenso significativo en relación a los datos de 2021, cuando el 34% respondió que lo llevaría a cabo.
Más aumentos de salario, pero por menor cantidad económica anual
Pese a la subida de salarios generalizada durante 2023, la cifra bruta anual por la que se realizan desciende en relación a 2022. En este sentido, cabe destacar que quienes pedirán un aumento de forma activa lo harán mayoritariamente (31% de las menciones) por una cifra bruta anual de hasta 1.201 euros, situándose así a la par con aquellos que no lo solicitarán, pero lo esperan (para el 62% la subida más común estará por debajo de 1.201 euros brutos anuales). Solo el 16% de quienes declaran una subida salarial específica (sin contar con quienes prefieren no contestar) disfrutarán de un incremento anual por encima de 2.401 euros brutos anuales. Estos datos han disminuido significativamente respecto a los registrados en 2022, cuando quienes pedían el aumento de forma activa lo iban a hacer por una cifra bruta anual de 3.638 euros, que duplicaba la de aquellos que no lo solicitaban, pero lo esperaban (1.815 euros). Esta bajada puede deberse al incremento hace un año del SMI y a que no ha habido una regulación para subir salarios más allá del salario mínimo.
Además, entre aquellos que solicitarán el aumento, la confianza de que se haga efectivo no varía notablemente con respecto al año anterior, y la media se establece en un 5,5.
Si nos atenemos al perfil concreto de aquellas personas que tienen mayor intención de pedir un aumento salarial en 2024, se trata de empleados pertenecientes al sector primario y secundario (23%), menores de 35 años (23%) y con modalidad de trabajo en remoto (22%).
La conciliación, la condición más difícil de encontrar en la búsqueda de mejoras laborales
En el mercado laboral español, sucede que, en ocasiones, el dejar un empleo no te asegura al 100% encontrar otro en un tiempo relativamente corto. Por lo tanto, abandonar un trabajo sin tener otro no suele ser la opción elegida por excelencia. Y ante ello, aparece la tendencia a aguantar, a pesar de todo, con la finalidad de no adentrarse a un futuro laboral incierto. De hecho, según los últimos datos extraídos del Informe sobre Intención de cambio de empleo, elaborado por la plataforma, el 65% de quienes se plantean dejar su trabajo en los próximos 12 meses (16%) asegura que en ningún caso lo abandonaría sin tener otra oferta, y tan solo a un 10% no le preocupa dejarlo aunque no pueda encadenarlo con otro empleo.
Por ello, en esta encuesta de InfoJobs también se ha pedido una valoración por parte de los trabajadores sobre aquellos aspectos que consideran más difíciles de encontrar cuando buscan mejoras laborales. De las respuestas obtenidas se desprende que el aspecto más difícil de encontrar, para un 38%, son mejores condiciones de conciliación (horario, teletrabajo…), sobre todo para las mujeres (43%) y las personas más cercanas a la jubilación (46%). A este le sigue en dificultad unas mejores condiciones salariales, con el 34%. En tercer lugar, un 30% de los trabajadores considera difícil encontrar un puesto con mejor proyección profesional (con un plan de formación, plan de carrera…), que es especialmente complicado para 1 de cada 3 trabajadores mayores de 35 años.
En contraposición, unas condiciones económicas equiparadas por género resultan la condición más sencilla para el 23% de la población ocupada. En especial, para los menores de 35 años (29%) y aquellos empleados del sector cuaternario y quinario (28%).
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