El inicio del año se posiciona como el momento perfecto para reevaluar la situación del negocio y redefinir los objetivos y estrategias empresariales. Para 2025, la apuesta por la digitalización se ha consolidado como prioridad clave para afrontar con éxito los desafíos que plantea el mercado este año.
Esta es una de las conclusiones de la última edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum, que revela que el 81% de las empresas gallegas enfocará sus esfuerzos en impulsar la transformación digital en el transcurso de los próximos 12 meses, tres puntos por encima de la cifra registrada en la edición anterior de este estudio (78%). Este sería el cuarto objetivo principal en España, donde el porcentaje de respuesta se reduce el 70%.
Este dato en la región refleja, además, un cambio respecto al año pasado, cuando el principal objetivo empresarial era fortalecer la liquidez y el flujo de caja, con un 88% de los negocios gallegos enfocados en esta meta. En la edición actual, este propósito ha pasado a ser la tercera prioridad, con un 74% de las organizaciones.
Otras prioridades clave para las compañías de Galicia son reducir costes y mejorar la eficiencia, con un 75% (76% en términos nacionales) o reducir los riesgos crediticios, mejorar la prevención de impagos y disminuir la exposición a préstamos de dudoso cobro, con un 67% (71% en España). También destacan la revisión de los contratos con los principales proveedores y socios, con un 67% (67% a nivel nacional) y la mejora de los procesos de pago para asegurar que los proveedores reciben el abono de sus facturas puntualmente, con un 60% (58% para la media española).
Todas estas líneas y medidas serán claves para las compañías gallegas durante los primeros meses del año. Según la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), 2025 llega con una perspectiva optimista de crecimiento lento, pero constante, en los negocios españoles, pero con una previsión en el aumento de costes, lo que las llevaría a querer mitigar este aspecto de manera prioritaria, sin dejar de lado otras medidas asociadas para reducir los riesgos financieros y operativos.
Diferencias por sectores
El Informe Europeo de Pagos revela que, a nivel nacional, las prioridades varían según la industria, ya que cada una de ellas enfrenta retos específicos que requieren enfoques diferentes. De los sectores analizados, telecomunicaciones (85%), banca y servicios financieros (84%), comercio minorista (82%), Gobierno y sector público (81%), hostelería y ocio (79%), seguros (79%), sector industrial y químico (78%) o minería (76%) priorizan reducir costes y aumentar la eficiencia, debido a que operan en entornos en los que la optimización de recursos es crucial para mantener márgenes de beneficio.
En cambio, sectores como el tecnológico (84%), farmacia y medicina (77%) y transporte y logística (72%) se centran en fortalecer la liquidez y el flujo de caja, dada la necesidad de asegurar una base financiera sólida ante los elevados costes iniciales.
Por su parte, la industria energética (85%), servicios empresariales (79%), Real Estate (77%) y construcción (76%) apuestan por acelerar su transformación digital, lo que podría deberse a la necesidad de optimizar procesos y de adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades del mercado.
¿Qué medidas llevarán a cabo las empresas gallegas para reducir los impagos?
Entre las compañías de la región que tienen como objetivo este año mitigar los riesgos crediticios, fortalecer la gestión de impagos y limitar la exposición a créditos de dudoso cobro, se plantean diversas estrategias. La principal será gestionar y abordar los atrasos de pago en sus primeras etapas (56%), es decir, cuando los clientes o deudores apenas comiencen a retrasarse en el abono de sus facturas. La idea detrás de esta estrategia es que, al intervenir de manera proactiva y temprana, se puede evitar que esos pequeños retrasos se conviertan en impagos más graves o irreversibles. En España, también lidera esta estrategia, con un 64% de las compañías optando por esta medida como su principal herramienta para gestionar los riesgos financieros.
También se plantea apostar por la centralización del enfoque, con un 32% (21% a nivel nacional), la creación de alianzas estratégicas, con un 27% (25% en términos nacionales) y la digitalización y la inversión en nuevas tecnologías, con un 26% (33% en España). Por ejemplo, utilizando herramientas digitales como un software de gestión de cobros o análisis predictivo, para identificar riesgos y gestionar pagos de forma más eficiente.
Otra estrategia adicional sería la colaboración con empresas especializadas en el cobro de deudas, con un 21% (22% a nivel nacional). Estas organizaciones tienen la experiencia y los recursos necesarios para recuperar impagos, incluso en casos más complicados, permitiendo a las empresas enfocarse en su actividad principal.
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