"La decisión fue tomada por el Pleno del Consejo Regulador ayer lunes", ha anunciado Isidoro Serantes Serantes, quien añade que: "El mundo del vino es una forma de vida que en Rías Baixas llevamos en nuestro ADN".
"En un momento en el que el vino es objeto de múltiples debates sobre aranceles, tráfico, tecnología o incluso su consideración como alimento, nosotros queremos reivindicar su valor como patrimonio cultural, motor económico y símbolo de identidad. El vino, y en particular el que se produce en nuestra Denominación de Origen, está más vivo que nunca", afirma el secretario general del Consejo Regulador, Ramón Huidobro.
El vino verificado de la añada 2024 en esta Denominación de Origen hasta 31 de mayo de 2025 suma un total de 14.094.132 litros, lo que supone el 48,6% del total del vino elaborado de la cosecha.
Además, el informe técnico incluye, entre otros, los datos relativos al ciclo vegetativo del 2024, así como los resultados comparados del análisis sensorial y fisicoquímico, en concreto de 599 muestras pertenecientes a 128 bodegas.
"Se trata de un proceso de certificación muy riguroso, al que se suma un sistema de calificación también muy exigente con un panel de cata de 30 profesionales. Cada una de las muestras es evaluada por un mínimo de seis catadores por sesión. Esta acción garantiza la calidad de los vinos de Rías Baixas", explica la DO en un comunicado.
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