El estudio detalla que, en un contexto marcado por mercados financieros al alza y una recesión que todavía no llega, más de la mitad de los preguntados por la entidad señaló haber aumentado sus posiciones en deuda mientras que un 38% apuntó hacia el capital privado y porcentaje similar recortó la asignación en capital público.
Las principales preocupaciones de estas oficinas familiares, según Citi, eran preservar el valor de los activos (68%), preparar a la próxima generación para ser propietarios responsables de su patrimonio (60%) y garantizar objetivos y visión compartidos para la familia (52%).
En un ámbito más económico, este tipología de inversor remarcó que sus preocupaciones residían en los niveles de inflación (56%), el endurecimiento de la política monetaria (51%) y las relaciones entre China y Estados Unidos (48%).
Con todo, tras el aumento de las revalorizaciones de cartera en el primer semestre del año, en el que los índices bursátiles han avanzado con tasas de doble dígito, hay un clima de optimismo y casi todos los encuestados esperan obtener rentabilidades positivas durante el próximo año.
En ese sentido, el 66% está en búsqueda de oportunidades propiciadas por valoraciones atractivas, en tanto que un 38% se mantiene al margen debido a la incertidumbre económica.
LA GESTIÓN PATRIMONIAL DIFUMINA LA ATENCIÓN SOBRE LA FAMILIA
El estudio ha remarcado que el enfoque principal diario de las oficinas familiares, motivado por un entorno económico incierto, ha sido la gestión patrimonial (74%) y la gestión de inversiones (55%) en detrimento del fomento de la unidad y continuidad familiar (21%).
Ligado a ello, de cara al futuro, más de la mitad de las principales preocupaciones de estas oficinas se centran en preparar a la generación heredera para que asuman la gestión y propiedad del patrimonio con responsabilidad.
Asimismo, fenómenos como la disrupción tecnológica, los cambios sociopolíticos y económicos, generan un contexto cambiante que hace que adaptarse a este escenario constante sea el principal desafío para el 52% de los encuestados, seguido de satisfacer las necesidades y expectativas de los miembros de la familia (50%).
En cuanto a las inversiones sostenibles, el estudio ha observado que la brecha entre la intención y la acción en este segmento se va reduciendo, aunque todavía es amplia, gracias a las mayores preocupaciones sobre la sostenibilidad y el acceso a una mayor gama de temas e instrumentos para invertir.
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