Los 5.000 empleados serían el máximo de personas afectadas por el plan de salidas incentivadas, que se repartirían en el periodo de duración del nuevo plan estratégico, si bien los cálculos sobre el número de trabajadores que se acogerían finalmente al plan se estima que se situará entre 2.500 y 3.000, una cifra similar a la de 2021, la última vez que se llevó a cabo una medida de este calibre.
Así, las estimaciones de los sindicatos apuntan a que los trabajadores que se podrían adherir a este plan serán los nacidos en 1968 y 1967, aunque no se descarta que empleados que cumplían los criterios en los anteriores planes de salidas incentivadas promovidos por la empresa se acojan ahora al nuevo.
De hecho, en el plan negociado en 2021 Telefónica ofrecía abonar hasta un 68% del salario de los trabajadores adheridos hasta los 65 años y también pagaba la cuota de la Seguridad Social, el seguro médico y la aportación al plan de pensiones de la empresa, entre otros complementos.
Ese último plan estaba ideado para un máximo de alrededor de 4.500 empleados y finalmente se acogieron al mismo en torno a 3.000 trabajadores, lo cual derivó en un coste de alrededor de 1.400 millones de euros.
Si bien el nuevo plan de salidas incentivadas todavía no se ha presentado a los sindicatos, lo cual se hará antes del 8 de noviembre, la medida no figurará como tal en el 'Día del Inversor', aunque sí que estará ligada a las cifras de ajustes de costes que se presentarán.
Plan de ajuste del área corporativa
En ese sentido, las fuentes consultadas apuntan que la operadora aprovisionará más de 1.000 millones de euros para encajar este plan de salidas incentivadas, una cifra a la que se sumarían en torno a 200 millones de euros vinculados a un plan de bajas voluntarias para el área de corporativo, es decir, empleados del entorno del equipo del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y también de directivos de filiales, entre otros.
El plan de ajuste del área corporativa, que incluiría a directivos, gerentes y gestores, tiene carácter discrecional y podría afectar a un mínimo de unas 300 personas, según las mismas fuentes, y busca adelgazar un sobredimensionado equipo directivo.
En este contexto, desde los sindicatos apuntan que las negociaciones del plan deberían transcurrir de forma tranquila, dado que a la compañía, que el próximo abril cumplirá 100 años, "no le interesa generar ruido" en el marco de su centenario.
Es decir, la compañía no quiere que reivindicaciones laborales o sindicales empañen la celebración de sus 100 años de historia, que tendrá lugar el próximo 19 de abril, el mismo día que la operadora clausurará su red de cobre.
De hecho, algunas de las negociaciones entre los sindicatos y la compañía que están encima de la mesa en estos momentos tienen que ver con el cierre de más de 100 centros de "baja ocupación" y también con la reorganización de su servicio de atención al cliente, cuya pieza central es el teléfono 1004.
Sobre este último asunto se ha planteado que los casi 300 empleados ligados a este departamento, encuadrado en el área de B2C (relación con clientes), pasarán al de B2B, encargado de atender las solicitudes de pymes.
Otro elemento que apuntan los sindicatos en este contexto es la entrada del grupo saudí STC en Telefónica con un 9,9% del capital social de la empresa, una operación que se hizo pública el pasado 5 de septiembre y que para completarse todavía tiene que recibir el beneplácito del Gobierno.
Si bien STC todavía no ha trasladado al Ejecutivo sus intenciones en la compañía, los sindicatos tampoco conocen los planes del grupo saudí y cómo puede afectar al diálogo social entre la empresa y la representación de los trabajadores, por lo que muestran cierto recelo.
Planes de salida desde 2015
El último plan de salidas incentivadas de Telefónica se negoció en 2021, pero antes de eso en los últimos años tuvieron lugar otros dos, uno en 2015 --que se ejecutó en 2016 y 2017-- y otro en 2019.
En el de 2016 salieron de la compañía en torno a 6.300 trabajadores y el coste para la empresa fue de casi 3.700 millones de euros, mientras que en el de 2019 se desligaron de la operadora unos 2.600 empleados, para lo cual Telefónica aprovisionó 1.700 millones de euros.
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