Según datos del INE, los hogares españoles incrementan más de un 30% su presupuesto en verano comparado con otros periodos del año. Al mismo tiempo, señala que el 33,4% de los hogares españoles no se pudo permitir ni una semana de vacaciones el año pasado. A pesar del deseo de desconectar, para algunos las vacaciones suponen un desembolso económico considerable. Por ello, es fundamental distribuir los ingresos de una forma eficiente para tener un mayor control sobre los gastos. Estrategias como la regla del 50-30-20 permiten mantener un orden en las finanzas dividiendo los ingresos en tres apartados en función de su destino: gastos básicos, gastos personales y ahorro.
Además, establecer objetivos financieros concretos antes del verano puede marcar la diferencia. Aplicar la metodología SMART facilita la gestión de objetivos financieros definiendo metas realistas para llegar a un objetivo concreto. Por ejemplo, se puede fijar como objetivo reducir deudas antes de viajar o mejorar el nivel de ahorro al doble a través de una aportación periódica a un producto de ahorro como futuro montante vacacional.
También existen estrategias más sencillas para fomentar el ahorro, como la regla de los 10 segundos (reflexionar antes de comprar algo innecesario), el reto de las 52 semanas (ahorrar una cantidad creciente cada semana), el método del redondeo ("redondear al alza" cada gasto o pago que haces y guardar la diferencia como ahorro) o el de los sobres (asignación de una cantidad específica para cada categoría: comida, transporte, ocio, ahorro, etc.), que ayudan a organizar los ingresos de forma práctica.
Planifica tus vacaciones sin desajustar tus finanzas
Según el Observatorio Cetelem, el gasto medio general previsto por los españoles para las vacaciones de verano es de 1225€, lo que supone una reducción del 6,3% respecto al año anterior. En este contexto, desde Nationale-Nederlanden, compañía del Grupo NN que ofrece soluciones de protección, ahorro e inversión a cerca de 850 000 clientes en España, propone 7 prácticas para planificar las finanzas durante las vacaciones que pueden ayudar a evitar sobresaltos a la vuelta:
- Planifica con tiempo y revisa tu presupuesto. Antes de hacer cualquier reserva, analiza tu situación financiera y define un presupuesto realista que incluya transporte, alojamiento, ocio e imprevistos. Comparar precios con antelación y usar herramientas como alertas o buscadores te permitirá encontrar mejores ofertas y ajustar el plan a tus posibilidades. Una buena planificación evita sobresaltos y también puede ahorrarte bastante dinero.
- Controla tu gasto diario, especialmente si viajas al extranjero. Marcar un presupuesto diario te ayudará a no pasarte y a tener un mejor control del dinero, sobre todo en viajes largos. Si además te mueves fuera de la zona euro, ten en cuenta el tipo de cambio y evita comisiones innecesarias eligiendo bien dónde y cómo pagas.
- Aprovechar la tecnología para controlar las finanzas. Aplicaciones y herramientas digitales permiten gestionar pagos, consultar movimientos y tener una visión clara del estado financiero en cualquier momento y desde cualquier lugar.
- Tener un fondo para imprevistos. Una avería en el coche, una cancelación de vuelo o un gasto médico inesperado pueden trastocar el presupuesto. Disponer de un pequeño colchón puede marcar la diferencia.
- Revisar los seguros de salud y viaje. Infórmate bien sobre coberturas médicas, cancelaciones o asistencia en el extranjero. No todos los seguros ofrecen lo mismo y contratar uno adecuado puede evitar gastos elevados.
- Pensar en la vuelta. El verano pasa, pero las facturas siguen. Dejar cierto margen económico para el inicio del curso escolar o los gastos del otoño puede ayudar a retomar la rutina con un poco más de tranquilidad.
- Elegir destinos menos demandados. Optar por destinos que no tengan tanta demanda puede ser una excelente manera de reducir costes. Los lugares fuera de temporada o menos populares suelen ofrecer tarifas más asequibles. Además, si puedes ser flexible con las fechas o el destino, aprovechar ofertas de última hora puede suponer un ahorro significativo.
Siguiendo estas prácticas, es posible disfrutar del verano con mayor tranquilidad financiera y evitar sustos a la vuelta.
Más allá del verano: la importancia de la planificación financiera
Mantener una planificación financiera sólida y realista a lo largo del año permite tomar decisiones con mayor seguridad, anticiparse a los imprevistos y afrontar con tranquilidad cualquier etapa.
Contar con un buen control de los gastos, revisar periódicamente los compromisos económicos adquiridos y definir objetivos financieros claros – ya sea ahorrar, proteger a la familia o preparar la jubilación - es clave para lograr una estabilidad duradera. La salud financiera no se construye de forma inmediata, pero incorporar buenos hábitos y herramientas de seguimiento puede marcar una gran diferencia a medio y largo plazo.
“Una buena planificación financiera es una medida de prudencia, pero también una forma de ganar libertad en el futuro. Cuanto antes se empiece, más margen hay para tomar decisiones con perspectiva”, señala Joaquín Hidalgo, director de Ahorro y Pensiones en Nationale-Nederlanden. “Organizar bien las finanzas no se puede limitar a momentos puntuales del año. Es una base imprescindible para afrontar el presente con confianza y construir un futuro con mayor solidez. Como bien indicaba Warren Buffet, no ahorres lo que te queda después de gastar, sino planifica y gasta lo que te queda después de ahorrar”.
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