En esta campaña, los arqueólogos se centran en consolidar las partes más expuestas de la muralla que defendía el lugar y además realizaron un sondeo en el interior del yacimiento, que reveló los importantes hallazgos. Se trata de dos recipientes cerámicos, prácticamente completos, y otra gran cantidad de fragmentos aún por determinar. En uno de los recipientes aparecen además granos de cereal y restos concrecionados en sus paredes interiores.
Los fragmentos cerámicos serán tratados por la restauradora Alba Losada, que intentará reconstruir las piezas con el fin de conocer su tipología y cronología. Los restos de semilla, junto a las concreciones y numerosos carbones encontrados, se analizarán en laboratorio y pueden aportar información sobre el momento de uso del yacimiento.
Los arqueólogos consideran que en el yacimiento arqueológico de Penas do Castelo, datado en la Edad de Hierro, se registró un fuego que haría colapsar las paredes de pajabarro de la construcción, cayendo sobre cuanto había en el interior de la edificación dejándolo sellado y en un óptimo estado de conservación, como se observa en el caso de los recipientes.
Javier Arias destacó la importancia de este tipo de proyectos de investigación para conocer mejor el pasado de la provincia y consolidar nuevos recursos turísticos y valoró especialmente que en Penas do Castelo tenga un carácter comunitario. La Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude financia los trabajos y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y de la Asociación de vecinos y la Comunidad de Montes de Salcedo.
La Consellería lleva invertido en el yacimiento de Penas do Castelo cerca de 70.000 euros a través de 4 campañas arqueológicas desarrolladas entre los años 2021 y 2024.
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