Cinco concellos, cinco formas de entender e interpretar un entorno del que se podrían contar muchas historias. Historias de una ría que es empática, alegre, amable, optimista y colorista. Cinco adjetivos de describen a la perfección lo que representa ‘a Ría da Estrela’.
Cercana a Santiago de Compostela, de la cual Noia ha sido su puerto histórico durante siglos y puerta de entrada de peregrinos que acudían por mar, la Ría presume de conservar su genuina esencia, alejada de masificación y ajetreos. Fiel a su historia, en la que los habitantes se ven reflejados, no hay un rincón, cascada, orilla del río, iglesia, pazo, mirador o playa que no guarde un secreto o encierre una historia que no merezca la pena ser descubierta.
Outes, enigmática con sus petroglifos y otros elementos megalíticos de inestimable valor. Lousame, testigo de un pasado industrial que convirtió a la Ría en un punto de partida sólido y que hoy conserva ese legado como un tesoro. Porto do Son, asomado al mar mucho antes de que las historias se plasmaran en papel para contar todo su legado natural y verde. Muros, marinera y sobria, donde por sus calles medievales aún se respira ese olor a sal. Noia, Portus Apostoli, ciudad con un eminente carácter histórico y señorial. Cada uno de los concellos es una punta de una estrella que representa a todos los que aquí viven y hacen que sea aún más grande. Sin importar la estación, sin importar la meteorología, la paleta de colores que presenta la Ría dibuja la postal que cada viajero se va a encontrar en un viaje fascinante por una tierra de misterios, de leyendas y de magia…
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