Viajar con una cobertura básica puede obligar a las familias afectadas a afrontar importantes gastos económicos, hasta el punto de recurrir a donaciones a través de crowdfundings en redes sociales o incluso solicitar la intervención del gobierno español para repatriar a un familiar.
El caso más reciente es el de Ángela Agudo, una joven valenciana en la UCI tras un accidente de moto en Tailandia. Con gastos médicos que ascienden a 5.000 euros diarios, su cobertura de 75.000 euros se está agotando rápidamente. Situaciones similares incluyen a un joven vasco repatriado por el Ejército tras alcanzar el límite de 100.000 euros de su seguro, o a un valenciano que tuvo que afrontar una factura de 200.000 euros tras un ingreso en la UVI en Cancún
El coste de la sanidad en el extranjero
El acceso gratuito a la sanidad en España hace que muchos viajeros asuman que una cobertura de decenas de miles de euros es suficiente para su seguro de viaje. Sin embargo, fuera de nuestras fronteras, donde la mayoría de los sistemas de salud son privados, los precios por tratamientos médicos básicos pueden alcanzar cifras astronómicas.
“A menudo no dudamos en gastar grandes cantidades a la hora de reservar unas vacaciones, pero escatimamos en el seguro de viaje. Pensamos que con una cobertura de 10.000 € estamos cubiertos y la realidad es que esa cantidad no sirve para cubrir un percance grave en prácticamente ningún país”, afirma Sara Sanz, marketing manager de Chapka Seguros.
En países como Estados Unidos, un esguince puede costar entre 11.000 y 20.000 dólares (aproximadamente entre 10.200 y 18.500 euros), mientras que una noche en un hospital público en Canadá ronda los 800 euros. En Japón, una fractura puede superar los 22.600 euros.
A esta lista se suman varios países de América Latina y Asia, donde los viajeros suelen depender de clínicas privadas, cuyos elevados costes pueden ser inasumibles sin una cobertura adecuada.
La importancia de elegir una cobertura adaptada
En Europa, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) cubre parte de los gastos, pero no reemplaza un seguro de viaje completo, ya que no cubre la repatriación ni tratamientos en centros privados. Chapka Seguros recomienda una cobertura mínima de 250.000 € fuera de la Unión Europea, y al menos 1.000.000 € en destinos como Estados Unidos, donde los costes médicos pueden ser exorbitantes.
“Tener una cobertura sanitaria elevada es fundamental no solo para cubrir los gastos inmediatos, sino también para asegurar que el paciente esté lo suficientemente estabilizado antes de ser repatriado. Una repatriación prematura en casos graves puede aumentar el riesgo para la vida del paciente”, explica la manager de Chapka.
Los seguros de viaje no deben ser vistos como un simple trámite, sino como una inversión en la seguridad y tranquilidad del viajero. Elegir la póliza adecuada puede marcar la diferencia entre una situación manejable y una tragedia.
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