En su decisión de poner en alquiler la vivienda, el 57% está motivado por la rentabilidad que proporciona (este factor sufre un considerable descenso desde el 68% del año anterior), mientras que el 35% (29% en 2023) afirma que lo hace para suavizar el gasto que acarrea la hipoteca de este inmueble. También hay un 12% que quiere esperar a venderla a que el mercado mejore y crezca por tanto el valor del inmueble.
Del 68% que no contempla poner en alquiler esa segunda vivienda, un 74% prevé su uso propio, mientras que existen otras razones como el temor a que los inquilinos estropeen la vivienda (25%) o tener problemas de impagos de la renta que les hacen desestimar la idea del alquiler (17%).
“Uno de los aspectos más relevantes del análisis es que desciende en cuatro puntos el porcentaje de propietarios de segundas residencias que las destinan a alquiler. Esta tendencia es perjudicial para el mercado al reducir la oferta disponible del parque en renta, ya de por sí escaso. Por ello, los propietarios necesitan más garantías y seguridad para poner esa vivienda en arrendamiento. También es importante destacar que quienes buscan segunda residencia en alquiler, en un porcentaje significativo (17%), lo hacen por la imposibilidad de comprar, por lo que este indicador pone de manifiesto la frustración de acceso a la vivienda, debido a los altos precios y la mala situación laboral”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Los que compran segunda vivienda también valoran la inversión
A pesar de que la ilusión mayoritaria de los demandantes de segunda residencia es disfrutarla ellos mismos, no se debe perder de vista el hecho de que la adquisición de una vivienda de estas características supone también una inversión a largo plazo. Así lo valoran el 41% de los consultados, un porcentaje que crece tres puntos sobre el 38% de 2023. Otro 33% considera que se trata de una forma de crear patrimonio, mientras que un 24% opina que la adquisición de un inmueble de este tipo constituye un seguro para el futuro.
En la lista de motivos para buscar en el mercado de propiedad una vivienda vacacional también destaca la mejora de la situación económica (24%).
Sin embargo, respecto a 2023 siguen decayendo los que aseguran que su situación laboral ha mejorado, dado que ahora solo lo afirman el 10% de los consultados, frente al 12% de 2023 y el 18% de 2022. Por el contrario, se duplica el porcentaje de los que creen que es un buen momento para comprar, porque los precios se están moderando. Así lo creen el 10 %, frente al 5 % de doce meses antes.
El alquiler, marcado por la movilidad laboral
Del lado del alquiler, los motivos que dirigen la búsqueda de segunda residencia son distintos a los de los compradores. En este caso, la movilidad laboral es la principal razón, esgrimida por el 19 % de estos demandantes de segunda residencia en alquiler. Se trata, no obstante, de un porcentaje inferior en cinco puntos al registrado doce meses antes.
A continuación, el hecho de que la situación económica impida comprar una vivienda es la idea más compartida por los inquilinos, en un porcentaje del 17%.
La tercera razón esgrimida es que adquirir un inmueble en propiedad no entra en sus planes, con un 16% de opiniones. Le sigue, con el mismo porcentaje, que los tipos de interés están demasiado altos para acceder a la compra. Otro 16% argumenta que se encuentra a la espera de que los precios bajen.
Como puede deducirse, las diferencias que se aprecian entre ambos perfiles (compradores e inquilinos) reflejan de modo evidente, a sus respectivas características sociodemográficas, por las que las personas que optan por el alquiler son más jóvenes y de estratos socioeconómicos inferiores a los de los compradores, por lo que resulta lógico que esto se plasme en sus motivos principales a la hora de decantarse por una vivienda de segunda residencia.
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