“Muchos clientes nos preguntan si es recomendable guardar el testamento en una caja privada. La respuesta es que sí, siempre y cuando las personas clave —el albacea o los herederos— conozcan su existencia y ubicación”, explica Seamus Fahy, Managing Director de Barcelona Vaults, empresa referente en custodia de bienes de valor. “En un momento tan delicado como el fallecimiento de un ser querido, contar con una custodia profesional y segura evita pérdidas o situaciones confusas”.
Al fallecer el titular de una caja de seguridad, sus herederos o el albacea deben presentar documentación acreditativa (como el certificado de defunción y, si es posible, una copia autorizada del testamento anterior) para poder acceder al contenido. “La ventaja de una caja privada frente a otras formas de custodia —como el propio domicilio o incluso ciertas entidades bancarias— es que no se bloquea automáticamente tras el fallecimiento, como ocurre a menudo en el entorno bancario. Esto permite activar un protocolo claro, legal y seguro sin dilaciones innecesarias”, explica Fahy.
Ventajas legales y personales de una custodia segura y discreta
Barcelona Vaults ha notado un aumento en la demanda de cajas destinadas no solo a guardar objetos de valor o metales preciosos, sino también a custodiar documentos sensibles como testamentos, poderes notariales o voluntades anticipadas. Según datos recogidos por la consultora Abante y otros despachos legales, la edad media para otorgar testamento ha bajado a los 45 años, una señal clara de que planificar el futuro ya no es solo cosa de mayores.
“Guardar un testamento en una caja de seguridad añade una capa de tranquilidad”, afirma Fahy. “Ni se extravía ni se deteriora. Y en momentos donde los herederos necesitan claridad, encontrar un documento bien guardado y sin interferencias externas puede marcar la diferencia entre una gestión ordenada o un conflicto familiar” añade.
A diferencia de guardarlo en casa —donde corre el riesgo de perderse o ser manipulado—, o dejarlo en un lugar del que nadie más tiene constancia, una caja de seguridad permite combinar discreción, seguridad física y acceso controlado. Barcelona Vaults recomienda, en todo caso, notificar al albacea o a una persona de confianza sobre la existencia de la caja y dejar constancia legal de que allí se encuentra el testamento. Algunas personas optan incluso por dejar una referencia al número de caja en una copia informal del testamento custodiada por un notario.
“Cuando alguien fallece, las emociones están a flor de piel. Nuestro objetivo como empresa es que al menos en el ámbito material todo esté bajo control. Una caja de seguridad puede parecer un detalle, pero en muchos casos es el punto de partida para que todo se resuelva sin tensiones”, concluye Seamus Fahy.
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