En su análisis, la firma destaca que en la primera mitad de 2024, igual que sucedió en 2023, un pequeño número de grandes ataques fue responsable de la mayor parte del botín, ya que los cinco principales 'hackeos' y 'exploits' representaron el 70% del monto total robado.
Asimismo, durante cada uno de los seis primeros meses de 2024 se robó más dinero que en los meses correspondientes de 2023, con un 'hackeo' medio un 150% mayor, aunque los robos fueron un tercio inferiores del mismo período en 2022, que sigue siendo un año récord.
El pasado mes de mayo, DMM Bitcoin, una plataforma japonesa de intercambio de criptomonedas, sufrió el mayor ataque en lo que va de año, que resultó en la sustracción de 4.500 BTC, valorados en ese momento en más de 300 millones de dólares (277 millones de euros).
Si bien los autores del estudio no han observado cambios fundamentales en la seguridad del ecosistema de criptomonedas que puedan explicar esta tendencia alcista, en los últimos seis meses se observaron precios promedio de los tokens significativamente más altos en comparación con el año pasado, lo que probablemente haya contribuido al aumento del volumen de robos.
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