El año 2023 traerá nuevos récords en el ámbito vacacional, donde su gasto crecerá en un 14% sobre las cifras de 2019, llegando hasta los 23.513 millones de euros. Según datos de Braintrust en los viajes de negocios el tirón del segmento Mice (congresos, convenciones, exhibiciones) sustituiría la caída de los viajes de negocio, logrando llegar a la cifra conjunta de 11.947 millones de euros, ligeramente por debajo aún de 2019.
El número de viajes de vacaciones sufriría una caída del 4%, pasando de los 109 millones de viajes en 2019, a los 105 millones en 2023, "lo que confirma que el gasto del turismo emisor también está siendo fuertemente impactado por la inflación que está justificando la subida de la cifra de negocio".
En total, ambos segmentos estarían alcanzando un volumen total en 2023 de 35.460 millones de euros, representando un 25-30% de los ingresos turísticos. Mientras el turismo extranjero, que podría alcanzar los 100.000 millones de gasto en 2023, se situaría en un rango del 70-75% de los ingresos por turismo en su impacto directo.
Los paquetes turísticos se venden en agencia
Según el estudio realizado por la consultora Braintrust el alojamiento es la partida de mayor volumen de gasto con 12.370 millones de euros, seguido por el transporte que llega hasta los 7.411 millones, dejando a los paquetes una cuota del 16%, alcanzando la cifra de 3.732 millones, en su mayoría vendidos por agencias de viajes.
Comparando con el año 2022, que vio caer el gasto debido a la ola de ómicron en el primer semestre del año, el alojamiento estaría creciendo un 9,5% sobre el año anterior, mientras el transporte se incrementaría un 20,1% y los paquetes turísticos lo harían en un 24,1% debido al cierre de muchos países en la primera mitad del año pasado.
El informe también analiza los viajeros por canal de compra, siendo muy diferentes los viajeros de los canales presenciales a los que utilizan los canales digitales. As, la firma de consultoría afirma que los usuarios más analógicos son personas en gran mayoría por encima de los 55 años, y/o con unos ingresos mensuales por debajo de 1.500 euros.
En el lado contrario estarían los viajeros más jóvenes, por debajo de 45 años, y los hogares que tienen mayor nivel educativo, que además tienen unos ingresos mensuales por hogar mayor a 2.500 euros.
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