Sin embargo, no sólo se transforman los vectores de ataque. Las organizaciones también se enfrentan a las complejidades de la gestión de la identidad digital, los entornos multicloud y las nuevas estrategias de datos, con nuevas normativas que exigen controles más estrictos. Por eso, garantizar que se dispone de las herramientas adecuadas se está convirtiendo rápidamente en una prioridad para los equipos de seguridad.
Los expertos de Proofpoint, empresa líder en ciberseguridad y cumplimiento normativo, ofrecen sus predicciones sobre ciberseguridad para el año que viene, arrojando luz sobre tendencias y tecnologías que definirán la próxima oleada de retos y soluciones de seguridad.
Los ciberdelincuentes explotarán la IA manipulando datos privados
Asistimos actualmente a una fascinante convergencia en el ámbito de la IA, a medida que los modelos cuentan con más capacidades y los agentes semiautónomos de IA se integran en flujos de trabajo automatizados. Esta evolución abre interesantes posibilidades para que los ciberdelincuentes satisfagan sus propios intereses y, concretamente, en cuanto a cómo podrían manipular los datos privados utilizados por los grandes modelos de lenguaje (LLM). Dado que los agentes de IA dependen cada vez más de datos privados en correos electrónicos, repositorios de documentos SaaS y fuentes similares para su contexto, asegurar estos vectores de amenaza será aún más crítico. Según Daniel Rapp, director de IA y Datos de Proofpoint, el año que viene empezaremos a ver los primeros intentos de los atacantes de manipular fuentes de datos privados: “Cabría la posibilidad de que los ciberdelincuentes engañasen a propósito a la IA, contaminando los datos privados utilizados por los LLM, como alterar deliberadamente correos electrónicos o documentos con información falsa o engañosa, para confundir a la IA o hacer que haga algo perjudicial; y esto requerirá mayor vigilancia y medidas de seguridad avanzadas para garantizar que la IA no se deje engañar por información errónea”.
La era de las máquinas para toma de decisiones a través de la IA
“La IA generativa irá más allá de la generación de contenidos para convertirse en el motor de la toma de decisiones detrás de innumerables procesos empresariales, desde recursos humanos a marketing o DevOps”, explica Ravi Ithal, director general del Grupo de I+D y gestión de productos de DSPM. Así, en 2025, la IA se convertirá en una aprendiz de desarrolladores, haciendo de todo, desde automatizar la corrección de errores hasta pruebas y optimización de código. El uso de herramientas de desarrollo asistidas por IA se acelerará en el próximo año, cerrará las brechas en habilidades, reducirá las tasas de error y ayudará a los desarrolladores a seguir el ritmo de los ciclos de lanzamiento más rápidos de DevOps. La IA también potenciará DevOps mediante la predicción de posibles cuellos de botella y la sugerencia preventiva de optimizaciones. Esto transformará los procesos de DevOps en líneas de producción predictivas y creará flujos de trabajo que solucionen los problemas antes de que afecten a la producción.
La IA se convertirá en parte esencial al hacer negocios, aunque bajo escrutinio
Hace unos años, el cloud, la movilidad y el Zero Trust eran simplemente conceptos que estaban de moda, pero ahora forman parte de la manera en que las organizaciones hacen negocios. “Las tecnologías de IA, y en especial la IA generativa, son consideradas actualmente una amenaza para terceros; y la pregunta que se están haciendo los CISOs es cómo utilizan los empleados la IA para saber dónde pueden estar poniendo en riesgo la información confidencial, de ahí que se produzca un mayor escrutinio en torno a cómo los LLM están potenciando estas herramientas”, apunta Patrick Joyce, CISO global residente de Proofpoint. Entender el riesgo, la materialidad de ese riesgo, los beneficios, así como las garantías en fabricación y seguridad de las herramientas de IA concentrarán la preocupación de los CISOs.
La geopolítica influirá en el ciberespionaje y en el aumento de poderes locales
Este año se ha demostrado que el ciberespionaje alineado con estados está profundamente entrelazado con la dinámica geopolítica y, en 2025, las operaciones de APT seguirán reflejando los conflictos mundiales y regionales. Para Joshua Miller, investigador de amenazas en Proofpoint, “las campañas de ciberespionaje no se limitarán a las grandes naciones históricamente consideradas como ciberactores maduros, sino que proliferarán una variedad de grupos centrados en conflictos regionales que buscarán las ventajas del mundo cibernético”. Además, los adversarios proestado realizarán operaciones para apoyar otros objetivos nacionales, como la difusión de propaganda o la generación de ingresos. Es probable asimismo que los autores de amenazas selectivas aprovechen la continua balcanización de internet para intentar distribuir sus cargas maliciosas.
Los consumidores serán el campo de pruebas para estafas
“Con el tiempo, las defensas por capas y la concienciación en materia de seguridad han fortalecido a las organizaciones frente a muchas de las amenazas cotidianas, por lo que hemos asistido a un repunte de los ciberdelincuentes que vuelven a dirigirse a los consumidores particulares para sacar provecho”, declara Selena Larson, investigadora de amenazas de Proofpoint. Las estafas laborales sofisticadas o el pig butchering son dos ejemplos de ingeniería social fuera de un entorno corporativo. En 2025, veremos un resurgimiento en el número de atacantes de amenazas menos refinadas que aprovechan canales de comunicación alternativos, como redes sociales y aplicaciones de mensajería cifrada, para centrarse en desplumar a individuos fuera de la visibilidad de la empresa.
El “cómo” evoluciona más rápido que el “qué” entre los ciberdelincuentes
El objetivo final de los ciberdelincuentes no ha cambiado mucho en los últimos años, puesto que sus ataques siguen teniendo una motivación económica. Así sucede con el Business Email Compromise (BEC), diseñado para provocar transferencias bancarias fraudulentas o compras con tarjetas regalo, además de los ataques de ransomware y extorsión de datos tras un ataque inicial con malware o una herramienta legítima de gestión remota.
“Aun así, la manera en que se ejecutan los ataques sí que está evolucionando a un ritmo vertiginoso. Los pasos y los métodos que emplean los ciberdelincuentes para inducir a una víctima a descargar malware o a efectuar un pago implican técnicas más avanzadas y complejas”, indica Daniel Blackford, jefe e investigación de amenazas de Proofpoint.
En el último año, los actores de amenazas con motivaciones financieras han manipulado hilos de correo electrónico con respuestas de múltiples cuentas comprometidas o suplantadas, han utilizado técnicas ClickFix para ejecutar Powershell en vivo y han abusado de servicios legítimos como Cloudflare para añadir dificultad y variedad a sus ataques.
El camino desde el clic inicial (o respuesta a la payload de primera etapa) seguirá siendo cada vez más específico y enrevesado para despistar a defensores y soluciones automatizadas.
El smishing se vuelve más visual con ciberataques por MMS
El abuso basado en MMS, a través de mensajes con imágenes o gráficos para engañar a los usuarios de dispositivos móviles y que proporcionen datos confidenciales o caigan en estafas, es un vector de ataque floreciente que se expandirá rápidamente en 2025. En palabras de Stuart Jones, director de la división Cloudmark, “el MMS permite el envío de imágenes, vídeos y audio, lo que lo convierte en una poderosa herramienta para que los atacantes elaboren estafas más atractivas y convincentes, incrustando enlaces maliciosos para hacerse pasar por empresas o servicios legítimos y engañar a los usuarios, quienes a menudo no son conscientes de que están utilizando MMS, creando así una tormenta perfecta para la explotación”.
Cambiará el papel del CISO
En 2025 se verá tanto la expansión como la contracción del papel del CISO. Ya presentes en la mayoría de las salas de juntas, muchos CISOs tienen actualmente la tarea de dirigir los debates y determinar la importancia de la ciberseguridad a un alto nivel corporativo, ampliando su responsabilidad tradicional. Y, por el lado de la contracción, también hay más casos de división o subdivisión de la función ya de por sí amplia del CISO con la justificación de que es demasiado para una sola persona. “Aunque no sea o vaya a ser una tendencia generalizada, algunos están empezando a dividir la función entre ciberarquitectura, defensa frente a amenazas y respuesta a incidentes, por un lado, y cibergobierno, riesgo y cumplimiento, por otro. Si esto continúa, se convertirá en una especie de dragón de dos cabezas, y será más difícil saber quién es responsable”, apostilla Patrick Joyce, CISO global residente de Proofpoint.
Más plataformas consolidadas, menos soluciones puntuales brillantes
El paso de soluciones fragmentadas a plataformas de confianza seguirá ganando impulso los próximos meses. “Las limitaciones presupuestarias y de talento, junto con la complejidad de gestionar múltiples sistemas no integrados, están convirtiendo la consolidación en prioridad para los CISOs”, apunta Nate Chessin, vicepresidente sénior de ingeniería de ventas mundiales. Los CISOs y los CIOs se centrarán en optimizar sus activos de proveedores existentes no sólo para reducir los dolores de cabeza operativos, sino también para mejorar los resultados de seguridad, proporcionando la resiliencia necesaria ante un ciberpanorama de lo más volátil.
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