El estudio también analiza la evolución del empleo juvenil con especial atención a esta generación. En el último año, la afiliación a la Seguridad Social de menores de 25 años ha crecido un 6,5% interanual, superando el incremento registrado entre los trabajadores de mayor edad. Este dato refleja un dinamismo creciente en la incorporación de jóvenes al mundo laboral. Sin embargo, pese a esta mejora, la tasa de paro juvenil sigue siendo elevada: se sitúa en un 26,5% en el primer trimestre de 2025, aunque con una ligera reducción respecto al año anterior.
Cómo y dónde se incorpora al trabajo la Generación Z
La distribución geográfica del empleo juvenil muestra claras diferencias. Las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife destacan con un aumento superior al 11% en la afiliación de jóvenes, seguidas por Málaga, Sevilla, Valencia, Madrid y Alicante. En particular, Madrid y Barcelona concentran la mayor parte del volumen de afiliaciones juveniles y también el mayor porcentaje de candidatos activos en plataformas de empleo como Eurofirms, donde el 16% de los perfiles registrados tienen menos de 25 años, alcanzando un 21,4% en Barcelona y destacando también en Madrid con un 10,3%.
En cuanto a la composición sectorial, el sector servicios concentra el 80% de los contratos firmados por jóvenes, mostrando un crecimiento interanual del 4,5%. Esta fuerte concentración contrasta con sectores como la agricultura y la construcción, donde la participación juvenil es mucho menor, con solo un 7% y un 3% respectivamente. La industria, aunque tradicionalmente menos vinculada a la juventud, está experimentando una ligera pero constante incorporación de perfiles jóvenes, que representan el 23,4% de los contratos en este sector.
Las tasas de paro juvenil también varían significativamente según la comunidad autónoma. Regiones como Andalucía, Comunidad Valenciana y Canarias presentan los índices más elevados, superando el 30%, mientras que el País Vasco, Madrid y Navarra registran las tasas más bajas, por debajo del 20%. Estas diferencias territoriales reflejan disparidades económicas y estructurales que afectan directamente las oportunidades de empleo para los jóvenes.
En términos educativos, el 29% de los jóvenes entre 20 y 24 años posee estudios superiores, porcentaje que aumenta hasta el 54% en el grupo de 25 a 29 años. Madrid y Cataluña concentran la mayor proporción de estudiantes universitarios jóvenes, con una mayor representación en carreras de Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias de la Salud e Ingeniería y Arquitectura, lo que marca tendencias claras en la orientación formativa de la Generación Z.
Eloi Tarrés, líder de Market Intelligence de Eurofirms Group, destaca que “la Generación Z se posiciona como un colectivo clave para el futuro del mercado laboral, especialmente en el sector servicios, donde encuentran oportunidades para su primer empleo y desarrollo profesional. Sin embargo, la elevada tasa de paro juvenil y la brecha educativa en los tramos más jóvenes representan retos que requieren atención tanto de las políticas públicas como de las empresas para favorecer una integración laboral más sólida y sostenible”.
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