Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres, hace un llamamiento para que se homogenice la normativa, tanto local como autonómica, argumentando que se trata de "una necesidad nacional".
Ante la subida de precios y el aumento de demanda, cada vez es más difícil encontrar piso en las grandes ciudades españolas; es por eso que, desde Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres, proponen replantear la posibilidad de convertir aquellos locales y espacios vacíos en viviendas.
"Considero que una solución inmediata a la escasez de vivienda sería que las administraciones públicas permitieran el uso de locales o espacios no residenciales que cumplan con los requisitos mínimos de habitabilidad”, explica la CEO de Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres, Mercedes Blanco. La ejecutiva ha señalado que el mercado se encuentra saturado por la necesidad de oferta y no disponibilidad de inmuebles, por lo que esta medida "debería hacerse de forma ágil, flexibilizando la normativa y los criterios técnicos de los ayuntamientos para acelerar los trámites, con el fin de aumentar la disponibilidad de viviendas”
Blanco ha explicado que el proceso de cambio de uso de local a vivienda "es muy complicado por varios motivos". Entre ellos, ha destacado los requisitos técnicos que se deben cumplir, como la necesidad de contar con salida de humos, lo cual requiere la autorización de la comunidad de propietarios.
"No se tiene en cuenta que existe la posibilidad de instalar campanas con filtros que no requieren esa salida de humos para poder cocinar", ha indicado la experta. Esta alternativa, según Blanco, podría simplificar el proceso y reducir los costes asociados a la transformación del espacio.
Falta de normativa homogénea
Del mismo modo, Blanco ha criticado la falta de homogeneidad en las normativas aplicables. "Se tendrían que homogenizar o aplicar el sentido común para que los metros fueran los mismos", ha manifestado, refiriéndose a las diferencias entre las regulaciones autonómicas y locales.
La miembro de la comisión de vivienda de la Cámara de Comercio de Barcelona ha insistido en la necesidad de "agilizar los plazos" en los procesos de aprobación de cambios de uso. "Si se solicita un cambio de uso y ese cambio de uso, la aprobación, tarda 12-18 meses, es muchísimo tiempo", ha lamentado. Esta demora, según ha revelado, puede disuadir a quienes necesitan realizar estos cambios o utilizar esos espacios.
La ejecutiva ha instado a las instituciones a acelerar los trámites para aprobar los cambios de uso. También ha pedido a los técnicos que "homogenicen la normativa, tanto local como autonómica", argumentando que se trata de "una necesidad nacional".
Es por esto por lo que desde Vecinos Felices hacen un llamamiento a aplicar "el sentido común" en la aprobación de licencias de obras para cambios de uso. “Los arquitectos con los que trabajamos se encuentran con esta situación día a día, enfrentándose a requisitos que complican innecesariamente el proceso”, ha sentenciado.